Empezamos este 2018 con un homenaje, un adiós a una de las primeras low cost asiáticas, y la verdad, una de mis preferidas, Tigerair.
Scoot, la filial low cost de Singapore Airlines, se ha hecho con las 23 aeronaves A320 de la compañía con base en Singapur.
Tigerair nació en el 2003 y se convirtió rápidamente en una de las mayores y mejores compañías áreas de bajo coste del continente, ensombrecida solo por el gigante de Air Asia.
Su primera ruta fue el 15 de septiembre de 2004 de Singapur a Bangkok, desde entonces. amplió a 38 su red de destinos, operando en el sudeste asiático, Bangladesh, India y China, este último su principal mercado, volando a 9 destinos.
Aunque estas fusiones se venden siempre como ventajas para el cliente: “Al operar bajo un único certificado aéreo, utilizaremos nuestros aviones de manera más eficiente, racionalizando nuestras operaciones, por lo tanto, los costes disminuirán, convirtiéndose en beneficio para nuestros clientes”, dijo Lee Lik Hsin, CEO de Scoot. En muchas ocasiones, la compra de una compañía aérea por un gran grupo, la convierte, en una filial de segunda.
Scoot tiene el ojo puesto en el largo radio. Actualmente opera seis Boeing 787-9 Dreamliner y cuatro 787-8 (espera cuatro 787-9 y cinco 787-8 adicionales). Desde junio del año pasado vuela a Europa, Atenas fue el primer destino elegido y, el próximo 20 junio de este 2018, comenzará a operar su segunda ruta europea a Berlin Tegel, a la vez están estudiando abrir ruta a Hawái. Por lo tanto, no me queda más que deducir que la táctica pasa por hacer de Tigerair su compañía regional.
Siento cierta nostalgia de ver cómo, productos que funcionan, grandes holdings se apoderan de ellos, aunque me queda el consuelo de quién lo hace, Singapore Airlines. Esta compañía aérea continúa siendo una de las grandes del mundo, superando el enviste de las compañías aéreas del golfo pérsico, Qatar Airways, Emirates o Etihad, no como sus “hermanas” de la región, Thai Airways, Malaysia Airlines o Garuda qué, después de estar en la cima, cayeron estrepitosamente, aun sobreviviendo.
Por cierto, seguiremos viendo en los cielos aviones de Tigerair, la filial australiana y taiwanesa continuarán operando bajo esta marca, ya que, parte del accionariado mayoritario, pertenece a Virgin Airlines y China Airlines respectivamente.